Se nos hiela la sangre cada vez que la Fundación MAPFRE junto a la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos, APTB, publican su informe anual de "Víctimas de incendios en España" que elaboran anualmente desde el año 2010. Acaban de publicar el informe correspondiente al año 2023 y realmente es para llorar.
249 víctimas, nuevo récord de muertes por incendio en 2023. 173 de ellos en vivienda, cifras que lo convierten en el peor periodo anual desde la primera edición de este informe (2010) y que nos vuelve a situar en entornos
que no se conocían en nuestro país desde principios de la década de los 90 del siglo pasado. Desde el año 2018, la subida de víctimas es constante a un ritmo vertiginoso. ¿Qué está fallando?
Tres de cada cuatro víctimas se podían haber salvado con un detector de humos o incendios.
CNI lleva bastante tiempo pidiendo que los detectores de incendios o al menos de humos sean de obligatoria instalación en las viviendas. Lo hicimos en 2021 con 204 muertos. Su coste es muy bajo, de 10 a 25€ un detector de humos doméstico que se encuentra en cualquier tienda de bricolaje y salva vidas puesto que la intoxicación por inhalación de humo es la principal causa de las muertes con un 78% que se producen en un 53,4% de noche de las 20:00 a las 8:00 horas mientras duermen. El detector emite una fuerte alarma cuando detecta humo permitiendo a las personas reaccionar a tiempo y poder salvarse.
Fallos en la instalación eléctrica causa de la mayoría de incendios
Nuevamente las instalaciones aparecen en primera fila. La principal causa de incendios con muertes en viviendas es en esta ocasión de origen eléctrico con 36 muertos, adelantando así en siniestralidad a los casos de incendios producidos por productores de calor con 27 fallecidos. Podríamos llenar páginas en este apartado, pero daremos sólo unas palabras clave: registro de instalaciones YA, inspección y control de instalaciones YA, esto acabaría con instalaciones ilegales, economía sumergida que campa a sus anchas, inseguridad, instalaciones carentes de mantenimiento obligatorio y en definitiva, MUERTES.
¿Causa desconocida? ¿No se investiga?
Asombra leer que un 45% de los casos tiene como causa desconocida su origen. Y surge la pregunta ¿no se investiga?.
OPRA, el Observatorio de Prevención de Riesgos y Accidentes, nos lo recuerda con claridad: los ayuntamientos, están obligados a tener un servicio de prevención de incendios, según establece la Ley de Bases de Régimen Local, pero incumplen reiteradamente este mandato y se conforman con un servicio de extinción de incendios y salvamento que está a años luz de ser un servicio de prevención.
Recordemos la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local:
Artículo 25.2. El Municipio ejercerá en todo caso como competencias propias, en los términos de la legislación del Estado y de las Comunidades Autónomas, en las siguientes materias:
f) Policía local, protección civil, prevención y extinción de incendios.
Artículo 26. Los Municipios deberán prestar, en todo caso, los servicios siguientes:
c) En los Municipios con población superior a 20.000 habitantes, además: protección civil, evaluación e información de situaciones de necesidad social y la atención inmediata a personas en situación o riesgo de exclusión social, prevención y extinción de incendios e instalaciones deportivas de uso público.
Para sortear este mandato muchos Ayuntamientos renombran el tradicional cuerpo de bomberos municipal como “Servicio de prevención, extinción de incendios y salvamento” sin dedicar a ninguno de sus miembros a tareas de prevención. De esta manera se aparenta tener un servicio de prevención, pero no se ejecuta ninguna función de prevención de incendios.
Por este motivo los servicios de bomberos españoles no dedican recursos y efectivos a la prevención de incendios y a la investigación de las causas que producen los incendios. Por eso, en casi un tercio de los incendios en viviendas con víctimas, en este estudio no se recoge el lugar de la casa en que comenzó el incendio, y los servicios de bomberos no saben atribuir la causa probable del origen del incendio en las viviendas en un 45% de los casos