— Imagina que tienes un dolor agudo en el estómago. Vas al médico y, tras unos exámenes, te dicen que necesitas una cirugía. — Buscas una segunda opinión, investigas opciones y, de repente, alguien te ofrece hacer la operación por la mitad del precio. “No soy cirujano titulado, pero he visto muchas operaciones en YouTube. Sé cómo hacerlo. Confía en mí, te saldrá más barato”, te dice.
¿Aceptarías?
— Ahora traslada esto al mundo de las instalaciones técnicas. Cada vez más personas optan por “instaladores” sin formación ni certificados. No hay garantías, no hay seguridad, no cumplen con la ley, pero sí: son baratos.
— Las consecuencias pueden ser desastrosas: — ¿Sabías que una instalación de gas mal hecha puede provocar una fuga y generar una explosión? — ¿O que una mala conexión eléctrica puede desencadenar un cortocircuito y prender fuego a tu casa? — ¿O que un sistema de climatización mal instalado puede aumentar drásticamente tus facturas o, incluso, dejarte sin calefacción en pleno invierno?
— No hablamos de elegir entre marcas de zapatillas. Aquí se trata de la seguridad de tu hogar y tu familia. — Como en la salud, no te juegues la vida o el bienestar por ahorrar unos euros.
Porque en instalaciones técnicas… lo barato puede salir muy caro.